martes, 24 de febrero de 2015

Mini Bundt Cakes de Limon


Como os guste igual que a mí el sabor del limón, con esta receta, vais a alucinar.

Sí, estáis en lo cierto.

El limón es la base de esta maravillosa receta.


Lo cierto es que no siempre se me apetecen cupcakes. Alguna que otra vez, suelo preferir un bizcocho ligerito y esponjoso.


Y este se lleva el premio de esponjosidad y de tremendo sabor, al menos, de momento.

La receta es muy sencilla y fácil de hacer. Además, si tenéis una merienda en familia o con amigos, podéis hacerla perfectamente, ya que, la receta es para 24 mini bundt cakes.




Mini Bundt Cakes de Limón
  (Receta de May Sánchez)

  • 180 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 200 gr de azúcar normal
  • 3 huevos M
  • 1 cucharadita rasa de sal fina
  • 200 gr de harina de repostería
  • 2 cucharaditas de levadura
  • 1 cucharada de miel
  • 100 ml de buttermilk*
  • 2 cucharadas + 2 cucharaditas de limón en pasta (en total: 40 ml)

Buttermilk*: Para preparar el buttermilk añadimos en un vaso: 100 ml de leche con una cucharada de vinagre o bien, una cucharada de zumo de limón recién exprimido y lo dejamos reposar durante 10-15 minutos hasta que tenga la apariencia de leche cortada o de yogurt líquido.

En primer lugar, añadimos al bol de nuestra batidora el aceite junto con el azúcar normal y batimos. A continuación, añadimos los huevos, uno a uno, con esto quiero decir, un huevo, integramos perfectamente, otro y lo mismo, así hasta que hayamos vertido los tres huevos.

En segundo lugar añadimos la sal y volvemos a batir. Mientras tanto, tamizamos la harina junto con la levadura. Una vez tamizadas, echamos en el bol de la batidora y batimos a velocidad baja hasta que la masa sea completamente homogénea y sin grumos.

En tercer lugar, añadimos la cucharada de miel y volvemos a batir a velocidad baja. Es el momento de añadir el buttermilk sin dejar de remover a velocidad baja, hasta que todo esté perfectamente integrado.

Para finalizar, añadimos las cucharadas de limón en pasta. Batimos a velocidad baja hasta que la masa sea completamente homogénea y vertemos la masa en los moldes (en el caso de ser del mismo tamaño, llenamos el molde con la masa, un poco más de la mitad) y horneamos durante 20 minutos a 160-170ºC.



El resultado es buenísimo. 

La sal junto con el buttermilk hacen que el bizcocho quede super esponjoso y apetecible. 

Además, no es un bizcocho que harte.


Dicho esto, espero que os haya gustado y sobre todo, que probéis la receta y me digáis vuestras opiniones.

Un beso,

May.

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